Tener tu cocina ordenada, además de facilitarte encontrar las cosas, te aporta felicidad y serenidad. Porque no es lo mismo entrar en una cocina “patas arriba” que otra organizada, limpita y con cada cosa en su sitio ¿verdad? Si quieres disfrutar, aun más de tu cocina, te damos 3 consejos muy indispensables.
1. La vajilla
Primero agrupa cada elemento de la vajilla con sus iguales: vasos con vasos, platos con platos, tazas con tazas… Una vez los tengas todos por grupitos, distribúyelos en donde vayas a colocarlos (armario, vitrina, buffet…) por orden de uso y pon más a mano los más habituales. Es decir, que esas copas tan bonitas que sacas solo en ocasiones especiales, tienen que ir en la balda más arriba, y por ejemplo, los platos que usas para comer cada día, en la balda más accesible.
2. La despensa
Aunque parezca difícil ordenar la despensa, te aseguramos que se puede. Así que lo primero que debes hacer es vaciarla y colocarlo todo en una superficie lisa y vacía, como puede ser la mesa o la encimera de la cocina. Una vez lo tengas todo allí, toca ordenarlo todo por categorías: latas envasadas, pasta, legumbres, bricks de leche… Un consejo que te damos es que metas todo la pasta y grano en botes herméticos y le pongas etiquetas con nombres. Además de quedar muy bonito estéticamente, evitarás que los bichillos indeseables se apoderen de la despensa. Una vez lo tengas todo separado, es hora de colocarlo de nuevo en la despensa teniendo en cuenta dos factores importantes:
- Ordenar por orden de uso. Lo que más utilices tienen que estar más accesibles.
- Ordenar por fecha de caducidad. Los productos que venzan más pronto deberán estar colocados enfrente
3. Los cajones son tus amigos
Entramos en territorio complicado, los cajones. Para hacértelo más fácil, los hemos dividido por posibles categorías.
Cajón de los cubiertos
En este cajón, cuyo nombre ya te da una pista, deberemos ordenar los cubiertos. Para no tenerlo todos desperdigados y sin control, te recomendamos que te hagas con un separador de cubiertos, que a veces ya vienen incluidos en el propio cajón. En este mismo cajón puedes meter algunos utensilio que no sean cubiertos directamente, o pasarlos al siguiente cajón.
Cajón de los utensilios
Puedes aprovechar este cajón para guardar diferentes utensilios como los moldes para hacer cupcakes, los cortadores de galletas, los moldes de helados… También puedes utilizarlo para guardar todo aquello que no guardas en el cajón de la cubertería. Como por ejemplo el rayador, las bolitas para infusor de té, el abrelatas, el cascanueces… etc. Lo que sí te recomendamos, es que lo organices por grupitos y los separes en cestitas, cajitas o de la manera que tu quieras para que no se te mezcle todo y acabe otra vez desordenado.
Cajón de los tápers
Si crees que es imposible ordenarlos… ¡estamos aquí para ayudarte! El truquillo consiste en ordenarlos por tamaños e irlos metiendo unos dentro de otros sin sus tapas. Una vez tengas los tappers colocaditos, puedes poner las tapas en un rincón o incluso ponerlas todas dentro de un táper. Eso sí, si al ordenarlos ves que algún táper se ha quedado sin tapa.. mejor deshazte de él, porque lo de las tapas de táper perdidas es un misterio que aún no hemos conseguido resolver. Puede que estén en un mundo paralelo junto a gomas de pelo y calcetines sin parejas… quién sabe.
Cajón “lo guardo aquí porque no se donde guardarlo”
En toda cocina existe este cajón, ¿verdad? Pues ha llegado la hora de vaciarlo. Una vez lo tengas vacío debes colocar cada elemento en su sitio correspondiente. Si una vez terminada la recolocación ves que te quedan cosas que no tienen «lugar específico» puedes devolverlas al cajón, pero nada de «por ahí sueltas», esta vez vamos a hacerlo bien. Puedes poner cestitas, cajas con separadores… y ordenarlo por categorías. De esta manera a simple vista lo verás todo mucho más rápido. Eso sí, intenta ser razonable y no metas cosas en ese cajón que tienen un lugar específico para guardarlas o que no pertenecen al territorio de la cocina. Como por ejemplos las gomas del pelo de “por si a caso”. Porque si, resulta muy cómodo tenerlas a mano, pero sabemos que no es su sitio. ¿verdad?
4. Tener paciencia y constancia
De nada sirve tenerlo todo ordenado si a la primera de cambio metes cosas donde no tocan. Piensa que es mejor coger una cosa y guardarla que no tener que reordenarlo todo dentro de un tiempo porque vuelve a estar patas arriba. ¿No crees? Keep calm, my friend, no desesperes. Solo es cuestión de tener paciencia y ser constante día tras día para que tu cocina esté siempre recogida.
Me he dado cuenta que necesito más armarios
Pues sí, suele pasar. Una vez nos ponemos a ordenar a veces nos damos cuenta que no tenemos armarios suficientes o que no son de la medidas adecuadas. Y otras veces, nos damos cuenta de que es hora de renovar nuestra cocina y darle un nuevo look. Si has llegado a esta conclusión, tranquil@ estamos aquí para ayudarte. Así que no le des mil vueltas… ¡y ven a vernos! En Maderas Gámez somos especialistas en conseguir la cocina de tus sueños 🙂